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El secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, prevén reunirse el próximo lunes para hablar sobre el posible incremento al salario de los trabajadores.
Entrevistado antes de la ceremonia de la celebración del 99 aniversario y la 65 Convención Nacional Ordinaria de la Confederación Regional Obrera Mexicana (Crom), indicó que el gobierno, empresarios y trabajadores, analizan el tema y se reunirán cuando se tangan los resultados de los estudios.
“Los precios de la canasta básica que, sugiero que los puedan checar, han tenido comportamientos diferenciados unos de otros; subieron los aceites mixtos, pero bajaron otros precios. La leche sola, subió la leche pasteurizada, pero bajo el huevo, bajó el pollo, bajó el jitomate.
“Entonces esto lo tenemos que analizar qué fue lo que exactamente ocurrió. Y lo que los datos empiezan a arrojar es que fue una depreciación del dólar frente al peso que golpeó directamente ciertos sectores de la producción no vinculados a los productos básicos”, explicó.
Por ello explicó que se buscará un incremento al salario que no o genere inflación como ocurrió en las décadas de los 70 y 80 y en donde se daban aumentos de emergencia.
“No estamos ante un aumento de emergencia, porque no está viviendo el país una situación de emergencia”, insistió.
Expresó que el Gobierno federal está en la mejor disposición de sentarse a platicar con los factores de la producción y mejorar los salarios de los trabajadores, pues el aumento se tiene que dar por consenso, “si no entramos en ese pleito entre precios y salarios, que no le lleva a nada al país”, agregó.
Consideró que si la reunión para definir un posible incremento al salario se da antes del 4 de junio, los partidos políticos no deberán usar el tema como bandera de sus campañas en las entidades donde habrá comicios.
Todos los sectores, enfatizó Navarrete Prida, han sido muy prudentes en que el asunto del salario y el ingreso no vaya a ser usado como tema de campaña o como presión política para llevar agua a su molino, porque ese es un insulto a los trabajadores.
Agregó que, como mexiquense y priista, ve que en el Estado de México hay un proceso parejo, en donde el Partido Revolucionario Institucional está en condiciones de competencia.
“Todos los partidos políticos, en materia electoral, tiene riesgos; y que el PRI, siendo el partido en el poder, el partido de la mayoría y el partido donde el mayor número de mexicanos han estado dando y refrendando su confianza, también se pone, desde luego, en condiciones electorales de competencia.
“No creo que eso sea un riesgo, y si es un riesgo, es un riesgo calculado en favor de la democracia”, comentó.