RAFAEL MONTES/ Milenio
La nueva generación de estudiantes en México será de jóvenes bilingües, curiosos, ingeniosos y autónomos, quienes usarán las tecnologías para inventar soluciones a los problemas reales; preocupados por el medio ambiente, con talento artístico y buenos ciudadanos.
Esos son los fines que persigue el nuevo modelo educativo, presentado ayer y que busca explotar el potencial de niños y jóvenes desde preescolar hasta bachillerato.
El nuevo esquema de aprendizaje comenzará a aplicarse a partir de agosto de 2018 con planes y programas de estudio basados en 11 ámbitos: lenguaje y comunicación, pensamiento matemático, exploración y comprensión del mundo natural y social, pensamiento crítico y solución de problemas, habilidades socioemocionales y proyecto de vida, colaboración y trabajo en equipo, convivencia y ciudadanía, apreciación y expresión artísticas, atención al cuerpo y a la salud, cuidado del medio ambiente y habilidades digitales.
Esas 11 áreas serán desarrolladas a lo largo de los cuatro primeros niveles educativos, por lo que el nuevo modelo fija las metas que deberán cumplirse una vez que los estudiantes concluyan preescolar, primaria, secundaria y bachillerato.
El propósito es “contribuir a formar ciudadanos libres, participativos, responsables e informados, capaces de ejercer y defender sus derechos, que participen activamente en la vida social, económica y política de México”.
Esas líneas de acción permitirán que los estudiantes se adapten al mundo “interconectado y complejo” al que se enfrentarán en el siglo XXI y sean capaces de abrirse y conectarse con su entorno en los diferentes contextos sociales, culturales y étnicos de México.
Una de las novedades que incluye el nuevo modelo es el de desarrollar las habilidades digitales de los niños; por eso, desde que egresen del preescolar estarán familiarizados con el uso básico de las herramientas digitales a su alcance.